un lugar que no pensaba visitar (privado)

Mi cuerpo cada vez se podia sentir mas gélido, y la respiracion pesada, a causa del veneno que estaba recorriendo mi cuerpo, yo apenas deje de moverme, y no tenia ni idea de que es lo que estaba pasando a mi alrededor. Yo tan solo veia cosas negras a mi alrededor, estaba rodeado de un vacio negro... y por mucho que hablaba, la unica respuesta que obtenia era nada.

Estaba empezando a asustarme, ya que es la primera vez que pasa algo de esto, y no se como reaccionar... pero de pronto, comenzó a darme un fuerte dolor en el pecho, y sin avisar, un fogonazo de luz invadio el espacio que era anteriormente negro.
Era esta la tan famosa "luz" que lleva al supuesto otro mundo...?

De repente, abri los ojos súbitamente, y me vi tumbado en el suelo. Me levanté para quedarme sentado, pero me dolia todo el cuerpo, asi que volvi a tumbarme, y aproveche para mirar a los lados.
-... Donde estoy...? Estoy muerto...?-apenas djie esas palabras, escuche pasos viniendo hacia mi posicion...

Levantarme con jaqueca solo sucede cuando tomo unas cuantas copas demás los días de mucho estrés, sin embargo puedo recordar claramente lo que ocurrió la noche pasada. Era ya un nuevo día y había dormido algunas horas, no me había siquiera dado un baño de lo agotada que estaba,. De la limpieza y la comida me iba encargar en el transcurso del día, total tengo tiempo de sobra.
Salí a las afueras de la residencia Saigyouji y me quité las ropas sucias llenas de polvo y “sangre” o lo que realmente fuese, metí un pié lentamente en el estanque de al lado y al sentir una agradable temperatura me zambullí hasta la cabeza en el agua. Que tranqui y bien se sienta un baño a la intemperie tras una intrincada aventura llena de terror y suspenso. Recuerdo que me volví  a casa a todas las apuradas y atravesé las escaleras lo más a prisa que pude para poder atender al joven que encontré.

… Es cierto. Ese chico, Teru, estaba pálido e inconsciente, ya no sentía su energía vital cuando terminamos con el trabajo. Lo había dejado tirado en el pasillo después de haberlo “tratado” un poco. ¿Estará vivo el muchacho? Creo que mejor lo veo ahora que hay luz y estoy un poco más despierta, patearé las demás labores para después. Tomé una toalla de las que dejo siempre cerca de allí tapándome las partes más cruciales y me volví adentro. Al deslizar la puerta correspondiente al pasillo encontré despierto al chico algo desconcertado, pero despierto, aparentemente vivo. Me acerqué hasta unos cuantos pocos pies de distancia y le di una cálida sonrisa mañanera.
Estas en el mundo de los muertos ¿Cómo dices que estás, tuviste un sueño placentero?

-e-eh!? Mundo de los muertos? Eso quiere decir que estoy muerto?-dije bastante sobresaltado, ya que, de todos los lugares que podria estar, si dice un lugar como este, solo podia significar que habia muerto... Aunque cuando pude calmarme, pude notar que mi cuerpo aun estaba caliente al tocarme los brazos, y mire a Yomu con cara de pocos amigos.

-Si esta es tu idea de una broma... no tiene gracia, pero... gracias por salvarme-dije mirando a otro lado, ya que, de todas formas, me salvó, asi que en cierta forma le estoy agradecido por ello.

Intente moverme un poco, pero el cuerpo aun estaba bastante dolorido por el veneno que recorria mi cuerpo, asi que decidí tumbarme de nuevo, suspirando.
-Ugh... ayer fue un dia bastante movidito... al menos es mucho mejor que estar en otro lado...-tras eso me fije en que ella llevaba una toalla, y no pude evitar sonrojarme un poco
-... Por que vas asi...?-le pregunté, aun mirandola, esperando alguna respuesta

¿Podría entrar en confianza con este chico? Pues ya pasamos por una gran adversidad juntos, así que puedo abrirme un poco más con él, y cuando digo abrirme no era de modo físico. Supongo que podría bromear un poco y hacer algunos juegos de palabra aunque no lo tomase por divertido, pero era cierto lo que había dicho.
Este sitio es conocido como el Hakugyokurou, y está habitado en su mayor parte por espíritus y fantasmas.
Digo en mayor parte porque en muy raras ocasiones nos visitan youkais o humanos vivos, a excepción de la amiga de mi señora y sus dos shikigamis. Después de todo para entrar aquí uno debe traspasar la gran puerta que custodian las hermanas Prismriver, y luego de ello las escaleras que yo custodio, así que sé quienes entran al mundo de los muertos. Pero bueno, ya que entramos en buenos términos vamos a hacer las introducciones apropiadamente.
Allá en el bosque de bambú fui un poquito muy dura contigo, permíteme presentarme como se es debido. Soy Youmu Konpaku, jardinera y guardaespaldas oficial de la majestuosa princesa Yuyuko Saigyouji. Me encargo de custodiar estos lares y hacer que la justicia prevalezca.  Tal vez exageré un poquito con mi lema de honor y justicia, aunque con eso me vería más impresionante. Olvidé mencionar algunas cosillas más acerca de este lugar, pero ya seguro lo notará por su cuenta, entre esas cosas, la atmósfera. Seguramente no haya estado en un sitio similar antes y por eso le cueste moverse.

En esta gran y magnifica mansión vivo yo, como podrás ver, así que puedo andar libre y como se me plazca en tanto cumpla con mis labores. Siendo Teru un hombre entenderá lo que digo, después de todo, los machos son todos iguales, en sus propias casas se pasean solo en calzones y hacen lo que quieren. Si no tuviera las manos ocupadas haría señas al hablar. De todos modos, este jovencito ciertamente era inocente, se lo ve tan mono sonrojado y mirando a otro lado, otra persona hubiera puesto una cara más lasciva y no dejaría de mirarme.
En fin siéntete a gusto, porque hoy eres un huésped. Hoy se está lindo el día, y estoy en buen humor, así que responderé cualquier consulta que tenga.

-Ya... yo también fui algo duro contigo antes, dada la situación... permite que me presente, Yo soy Teru Akise, humano con poderes del mundo exterior... que no se como llegó a este sitio- aunque me refería a Gensokyo en lugar de este lugar, pero de todas formas, era una tontería ocultar que tenia poderes ya que ella los vio. Me sorprendió que dijera que era una guardaespaldas, pues yo no veía a nadie, yo solo me encogí de hombros sin decir nada.

Cruzándome de brazos, trate de asimilar la información que me decía, diciendo que este lugar estaba habitado por fantasmas. Dando un vistazo al lugar, pude comprobar que era cierto, pues parecía que solo espíritus habitaban este lugar, al menos, no parecían tener cuerpo, y parecía que estaban algo... molestos, quizá? por tener a alguien como yo por aquí, posiblemente porque estoy vivo...

Al poco intenté ponerme de pie, pero encontré que me costaba mas de lo que yo pensaba, ya que me sentía mas pesado de lo normal... pero eventualmente logre ponerme de pie, aunque me costaba mantener el equilibrio.
-oh... gracias por el detalle... aunque tengo una pregunta... esas cosas que tu lanzabas antes... danmaku dijiste que se llamaba creo... no?crees que yo podría usar eso...? Agradezco que me salvaras pero... necesitare defenderme y eso... espero que lo entiendas-dije en un tono algo mas amable, y trate de dar unos pasos hacia delante, pero con mala suerte que acabé tropezando, derribando a Youmu, y ambos caímos al suelo, mi rostro había caído cerca de su busto. Yo había notado eso, y estaba sonrojado totalmente
-l-lo siento, parece que debo acostumbrarme a este lugar, jeje...

Entonces me di cuenta que mis sospechas eran correctas, el chico no es de Gensokyo. ¿Cómo es que había llegado hasta aquí y con qué propósito? La única en mente que tenía capaz de traspasar los bordes y viajara otra parte es Yukari. Pero si fuera ella ¿Qué estaría tramando? No conozco las capacidades ni habilidades de gente de otro mundo, a simple vista no se ve muy diferente, sin embargo no puedo sacar conclusiones precipitadas. ¿Qué clase de poderes Posee? Hasta ahora solo sé que tiene buenos reflejos, así que aunque no sepa nada de danmaku ya sé por dónde comenzar a guiarlo. Antes me había pedido que le enseñase a luchar, así que para Teru se me había ocurrido un entrenamiento ideal.

El pobre seguía con problemas para ponerse en pie, parecía como un bebé aprendiendo a caminar, con una sonrisa dejé escapar una pequeña risa como si estuviera con un niñito de preescolar, uno muy grande. Entonces él dijo tal como pensé, seguía con la idea de aprender a luchar como la gente de aquí, es como si me hubiera leído la mente, y como había dicho antes estaba dispuesta a ayudarle. Sin embargo… Esta falta de equilibrio resultaba un problema.

Si no  tuviera los pies mojados no hubiera caído junto con él al suelo. Cerré unos segundos los ojos y tomé aliento. Sí, estoy de buen humor, pero tampoco hay que propasarse. Podía sentir sus pelos de la cabeza entre mis pechos. Es solo un niño, me repetía en la cabeza. Y si es un niño, hay que guiarlo por un buen camino.
Bien… entonces no perdamos más tiempo y comencemos. La primera lección que tendrás para aprender del danmaku será: Modales.
Buscándole la vuelta y tomando con una mano la toalla para no estar al descubierto total, y con la otra la nuca del muchachín, lo aventé hacia arriba para luego impulsarlo con el pie hacia atrás y sacarlo de encima mío como si fuese un movimiento de judo. Eso no debió de herirlo, y eso es lo que menos quiero ahora, si no murió antes no quiero matarlo ahora de otra forma. Cada vez que te dirijas a mí usarás un honorífico, como sempai. Me levanté sin problemas a pesar del agua para verle desde arriba como su “superior” y le seguí sermoneando.
Nada de hablar de forma arrogante  ni hacerte el cool cuando hables con una mujer. Me acerqué a la cerca de madera de la casa tomando la tercera valla; siempre cada tanda de cinco barandas la tercera es medianamente floja como para poder desprenderla y cambiar toda la barandilla; y como si se tratase de una jabalina se la aventé al chico. Y si vas a caer sobre el busto de alguien, al menos dile que tiene lindos pechos aunque sean planos! Al terminar de decirle eso le lancé una pequeña ola de danmaku y salté a la ventana abierta dentro de la mansión. Ahí estaba mi cuarto, así que allí dentro podría cambiarme la ropa para dejar de andar por todas partes con la toalla. Este primer entrenamiento le servirá a familiarizarse con los entornos y avivar sus reflejos, cuando logre asimilar que es el danmaku, estará un paso más delante para usarlo y luchar con él.

-Eh? modales? no se de que pueden servir modales en una pelea, la verdaah!-termine en un grito ya que ella me quito de encima con un movimiento brusco, por suerte puder rodar al llegar al suelo, y poder ponerme de pie, si bien lentamente debido a la gravedad, mientras ella me sermoneaba con cosas que harian otras personas.

-Tu me ves realmente como un tipo que haga esas cosas...? y bueno, tienes razon en usar honorifico solo porque me vas a enseñar... Maestra- dije, si bien tenia razon en eso ya que ella es la que me va a enseñar a pelear aqui, y ya pronto lanzo una oleada de danmaku, que logre esquivar por poco, si bien algunas balas me dieron en el brazo y hombro derechos, y me sonroje al escuchar el comentario de su busto. era realmente necesario pensar eso...?

Al poco, sali de la sala para tratar de buscarla, ya que no se a donde podia haber ido, pero este lugar era enorme, y podia acabar perdido... pero es mejor mantenerme alerta, ya que es posible que Youmu pueda atacar por sorpresa, y no quiero que me pillen desprevenido

Lo que pensaba en ese momento podría parecer un poco cruel y zarpado, pero hace mucho tiempo no me divertía torturando a un hombre. Bueno, a decir verdad no conocí muchos hombres en mi vida. Esto de atormentarlo me hizo sentir emocionada, quería seguir con el entrenamiento, pero verlo moverse de esa manera daba más risa que pena. Ya que este lugar es nuevo para él será difícil ubicarse y saber donde ocultarse ¿Por qué no hacer de esto un juego para niños? Me acerqué a la esquina de la habitación a toda prisa y abrí el primer cajón de un fuerte tirón, sacándolo completamente del armario. Lancé con toda fuerza la toalla que tenía encima hacia la ventana para taparla solo en caso de que husmeen y me puse lo más rápido posible la bombacha y el corpiño. Estar al menos en ropa interior alivia un poco, pero antes de que la toalla cayese y la ventana quedase al descubierto tenía que ponerme algo más. ¿Uso el conjunto de siempre, o mis ropas de salida con chicas a la moda? Era una muy difícil elección, pero la toalla estaba por caer. Al estar tan pendiente de la ventana no vi que agarré, pero seguro era un pantalón y una camisa, y si había de vestirme, entrenar, atacar, y hacer algo cool en cuestión de segundos, solo podía hacer una cosa.

"Hell realm sword: 200 Yohana in 1 slash!" Salí disparada de la ventana dejando aureolas de danmaku azul dispersándose en espiral. Gracias a mi spellcard me encontraba en las afueras un rango muy alejado del muchacho, posiblemente fuera de su vista y con un rastro tramposo por detrás. Me miré hacia abajo para ver que estuviera todo en orden, y noté que en ese ataque a tal velocidad me había vestido con una remerita rosa de seda y unos jeans muy cortos algo ajustados en las nalgas. Maldita sea, traje el maquillaje de mi madre. Dije instintivamente en forma de chiste, soy una de esas que suelen equivocarse al pensar en una persona a quien respeto como mamá, pero ya qué. Ahora tocaba hacer un golpe un más “brusco”. Podría guiar al muchacho hasta dentro de alguno de los almacenes, entrar yo por el sótano y atacar con espadas desde abajo. Aunque eso era más que peligroso ya que no tendría forma de ver su ubicación exacta y podría hacer más que herirlo. Mejor probar con otra cosa como subir a los tejados, tomar algunas de las estatuillas y lanzar un bombardeo aéreo, pero si lo hiciera rompería muchas decoraciones y me vería en problemas con la patrona. Necesitaba algo práctico y didáctico, como globos, hacer y lanzar bombuchas de aguas sería algo más light.
Ohh, ya lo tengo. La mejor arma con la que podría jugar con él, un método violento y forzoso, una tortura usada desde tiempos memorables: “La pena de Yuyuko”
El chico se encuentra en alguna parte de la mansión medio perdido, si logro llegar primera a la última habitación del fondo a la derecha, entonces tendré a Teru rendido ante mis pies.